A un mes de celebrarse las tradicionales fiestas de agosto, devotos de la Virgen del Cisne arriban en gran número.
La pandemia que vivimos por la COVID-19, no ha detenido la fe de los devotos, pese a las circunstancias los fieles de la “Churonita”, se toman las medidas de precaución y se realizan varias recomendaciones para evitar contagios.
Los fines de semana, principalmente, se puede notar una gran presencia de devotos que llegan de diferentes sectores para cumplir con una promesa o bendecir objetos religiosos. En las afueras de la iglesia, toman un descanso hasta poder ingresar a la Basílica que aún se mantiene con un aforo limitado del 50%.
Comerciantes también aspiran recuperarse con la venta de artículos, pues en 2020 tuvieron pérdidas cuantiosas porque los quioscos estuvieron cerrados la mayor parte del tiempo.
La organización por parte de las autoridades de la parroquia inició hace algunas semanas. El presidente del Gobierno Parroquial, César Uyaguari Carrión, explica que llegan devotos, no solo de Loja, sino de otras provincias como el Azuay, El Oro y Guayas. Con la culminación del año lectivo en la Sierra, también se incrementa el número de visitantes.
Mantienen reuniones periódicas con jefes y tenientes políticos, además, delegados del Ministerio de Salud, para definir las medidas de control en el ámbito de bioseguridad y lo concerniente a la protección ciudadana.
Referente a la romería con la Sagrada Imagen, hay varias propuestas que se analizan, una de ellas a través del “Churona Móvil” o un sobrevuelo con la imagen. La resolución definitiva se informará en los próximos días, indica Sócrates Chinchay, párroco de El Cisne.
Fuente: Diario La Crónica.