Los colegios electorales de toda Argentina, excepto Buenos Aires, cerraron a las 18h00 hora local de este domingo tras la votación en las primarias con vistas a los comicios presidenciales del próximo 22 de octubre, cuando se elegirá al sucesor de Alberto Fernández.
Pasadas las 18h15 había concurrido a las urnas un 66 % del padrón integrado por los 35,4 millones de argentinos llamados a votar en estas elecciones PASO (primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias), de las que saldrán los candidatos para las generales del 22 de octubre, según información de la Cámara Nacional Electoral (CNE).
No obstante, el organismo avisó de que quienes “aguardan su turno continuarán votando”.
Varios centros de Buenos Aires quedaron excluidos de la obligación de cerrar a las 18h00, por los “inconvenientes” generados por el sistema electrónico de votación implementado en la capital del país para la elección de las autoridades locales, que causaron demoras y largas filas de ciudadanos para cumplir con la obligación de sufragar.
La jueza federal con competencia electoral en la Ciudad de Buenos Aires, María Romilda Servini, presentó una denuncia penal contra el Gobierno capitalino y ordenó ampliar hasta las 19h30 el horario de cierre en siete centros afectados por esos problemas con el voto electrónico.
Además, la CNE divulgó un comunicado en el que señaló que “el mal funcionamiento (de) las máquinas de votación de la elección local”, informado por la magistrada, “no debe interrumpir la votación (…) quedando bajo exclusiva responsabilidad del (Instituto de Gestión Electoral) y de la empresa contratada, las consecuencias (para la ciudadanía) de la situación generada”.
La ley prevé que los primeros resultados del escrutinio provisorio comiencen a ser difundidos a partir de las 21h00 horas, aunque desde el Gobierno ya habían adelantado que la complejidad del sistema de votación -entre otras cuestiones, por el citado voto electrónico- puede llevar a retrasos en el recuento.
En ese sentido, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, pidió “paciencia” en una comparecencia posterior al cierre de los colegios, en la que informó de que “habrá distritos donde el recuento de votos va a ser más lento”, como la provincia de Buenos Aires, la más poblada del país y con un peso del 37 % en el padrón electoral, y la capital, cuarto distrito en peso electoral del país.
El escrutinio provisorio no tiene validez legal, solo es de información a la ciudadanía; el escrutinio definitivo comienza 48 horas después de la finalización de las elecciones. Unos 35,4 millones de argentinos estaban convocados para definir con su voto las listas de candidatos que quedarán habilitados para competir en las generales del 22 de octubre, cuando se elegirán presidente y vicepresidente, se renovarán 130 de los 257 escaños de la Cámara de Diputados y 24 de las 72 bancas del Senado, y se elegirán 43 representantes argentinos para el Parlamento del Mercosur (Parlasur, cuerpo legislativo del bloque integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
Para los comicios de este domingo se habilitaron 17.432 escuelas y otros recintos de todo el país, con un total de 108.107 mesas de votación.