En un día soleado y tranquilo un total de casi 100 pasajeros abordó a las 16:35 en Santiago de Chile el vuelo 1325 Latam Airlines para emprender un viaje rutinario que ésta empresa tiene entre Santiago de Chile y Asunción. Se esperaba su aterrizaje en el aeropuerto Silvio Pettirossi de la ciudad de Luque – Asunción para las 17:30.
Desde las primeras horas de la mañana se estaba anunciando alertas metereológicas para varios departamentos del Paraguay incluyendo a Central. Por lo tanto, 1hora antes de llegar a dicha estación aérea, dos turbulencias y temblores provocaron una primera alarma en la aeronave, por lo que el piloto tomó la decisión de desviar el camino.
Según otras informaciones se le alertó al piloto, desde el aeropuerto, que no podría descender pues Asunción ya estaba con una lluvia torrencial, por lo que decidió el desvió a Foz de Yguazú que es la estación aérea alternativa a la de Asunción, ya que el intento de descender en la capital le “fue imposible”.
Según el relato de los pasajeros esas primeras turbulencias, casi llegando a Asunción, fueron tan violentas que incluso las azafatas cayeron y les fue difícil volver a pararse. El avión entró en un pozo de aire o turbulencias donde se produce la sensación de que el avión cae y se estabiliza, cae y se estabiliza, además los objetos empezaron a volar sobre ellos.
El A320 pasó por un largo calvario no sólo con el terrible temporal de lluvias, granizos y tormentas eléctricas que casi lo derriba sino también se debe destacar la mala atención del aeropuerto de FOZ DE YGUAZÚ donde no se les permitió descender hasta que llegaran los funcionarios de migraciones o de la Policía Federal que nunca llegaron. Varios pasajeros empezaron a pedir entre gritos bajar de la aeronave, a lo que el piloto les respondió que tenían un problema que escapaba de las manos de ellos pues la gente del aeropuerto no permitía el descenso de los pasajeros hasta la llegada de la gente de migraciones.
Luego de esperar dos horas “una autorización oficial, que nunca llegó, para descender en suelo brasileño” y a raíz de que una joven entró en pánico se les permitió por lo menos abrir las puerta para que entre aire. El capitán les informó a todos por alta voz que debían salir antes de las 22.00 pues estaban esperando el reporte meteorológico desde Asunción que ya parecía estar mejorando y además no conseguían el permiso para quedarse por más tiempo en ausencia de la gente de Migraciones. Seguidamente les aseguró que buscaban “por todos los medios” lograr que quienes deseen bajar del vuelo pueden hacerlo bajo su responsabilidad y medios. Les informó que un vuelo que estaba por salir hacia Sao Paulo tenía 10 lugares disponibles para quienes quisieran abordarlo.
“Estamos a la espera de esa toma de decisiones.Si no despegamos a las 22.00 nos quedamos todos acá, los pilotos también, todos estamos en las (mismas condiciones), manifestó el capitán.
Posteriormente, varios pasajeros decidieron abandonar la citada aeronave y tomar el vuelo a Sao Paulo, mientras otros decidieron desplazarse a Ciudad del Este y desde ahí retornar a la Capital. Por lo tanto quedaron en el mismo 48 pasajeros, cuatro azafatas, el comandante y su ayudante de vuelo. Poco después de las 22:00 partieron nuevamente con destino al aeropuerto Silvio Pettirossi de Asunción y es ahí cuando empieza la segunda parte más terrorífica de éste vuelo que jamás saldrá de la retina de sus aterrados sobrevivientes.
La aeronave entró de lleno en el ojo de la tormenta que había esquivado en el primer intento de aterrizaje. Una fuerte granizada como corte de navaja destruyó el RADOMO, golpeando con toda violencia los parabrisas que quedaron muy dañados, de repente se apagaron las luces y los pasajeros quedaron en total oscuridad produciéndose el pánico a raíz de las violentas sacudidas que ni con el cinturón de seguridad no pudieron evitar golpearse contra las paredes de la aeronave.
Una de las pasajeras escuchó que las azafatas que estaban cerca del baño, donde tienen un lugar para sentarse, lloraban abrazadas. A una de ellas se le escuchó decir que se estrellarían y es ahí cuando a través del altavoz se les pide a los pasajeros ponerse en posición de IMPACTO pues el Capitán vió que se apagaron los dos motores, a raíz de eso comunica a la torre de control que se declaraba en emergencia y tendrían que realizar un aterrizaje forzoso. Pero luego “sucede el milagro”, algo que ni el mismo Capitán se dio cuenta y que ahora a raíz de las investigaciones que empezaron a realizarse ha surgido: VOLARON OCHO MINUTOS CON LOS DOS MOTORES APAGADOS. Ahí se activó la RAT (generador eléctrico) volviendo a conectar y encender uno de los motores gracias al cual pudieron realizar un aterrizaje sin desgracia fatal, según algunos entendidos esto fue algo raro pues solo 16 veces se cree que pasó esto en la historia de la aviación civil.
La RAT (Ram Air Turbine) sólo se despliega en caso que haya perdido todos los motores. Según opinión de Richard Careaga, del campo del cine y publicidad, en Twitter: “Mi hipótesis: Luego del paro de ambos motores por culpa de la tremenda granizada fue que gracias a éste generador de emergencia pudieron re- encender uno de los motores y salvarse de una catástrofe. Es tan rara ésta situación que Wikipedia sólo registra 7 casos”. De ahí se deduce por qué el Capitán pidió a la tripulación preparar a los pasajeros para el impacto pues se dio cuenta que LOS DOS MOTORES SE HABÍAN APAGADO. Minutos después de descender de la destrozada aeronave se ve al Capitán mirando asombrado y shockeado el avión. Ni siquiera él mismo quiere creer como se desplegó la RAT, ya que de no ser por ese milagroso auxilio todos estarían en estos momentos en un salón velatorio…Pero parece que sólo el AVIÓN quedará enterrado y descansando en paz, según los expertos en aeronáutica.
Final y felizmente cerca de las 23:00 del miércoles hora local de Paraguay, el viaje llegó a destino con la aeronave destrozada en parte y los pasajeros todos shockeados, asustados, golpeados pero con vida, gracias a ésta simple Hélice de Auxilio.
Según Tamara Ortega, una de las pasajeras del incidentado vuelo, varios de los pasajeros crearon un grupo de WhatsApp para conseguir evidencias y demandar a la Empresa de Latm Airlines por varias negligencias cometidas por la misma durante éste vuelo, amén del hecho de que varios de ellos aunque no perdieron la vida quedaron con lesiones de consideración.
Todo esto teniendo en cuenta el comunicado semi-sarcástico de la misma donde comunica que “….tanto los pasajeros como la Tripulación se encuentran en “BUENAS CONDICIONES”
Es de suma importancia destacar la pericia profesional y las felicitaciones correspondientes que se merecen los Pilotos Paraguayos que comandaron dicho vuelo: Javier Anselmo Salinas Paredes, el Co- Piloto y ayudante de vuelo Manuel Andrés Franco Casamayouret, igualmente a las cuatro abnegadas y valientes Azafatas. Éste fue el vuelo más incidentado del año 2022 en Paraguay, para recordarlo: DESGRACIA CON SUERTE.