Este sábado se llevó a cabo la edición número 28 de la Marcha del Silencio de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos
La consigna de este año fué:
“¿Dónde Están? Nunca más terrorismo de Estado”.
En mayo de 1996 fue la convocatoria pública de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos y otras organizaciones a la Primera Marcha del Silencio:
«Por verdad, memoria y nunca más marchamos en silencio el día 20 de mayo en homenaje a las víctimas de la dictadura militar y en repudio a las violaciones de los derechos humanos. Nos concentraremos a las 19 horas en la Plaza a Los Desaparecidos en América, en Jackson y Avenida Rivera, para desde allí partir hacia la Plaza Libertad con flores y el pabellón nacional. El homenaje a las víctimas no puede ser otro que el reconocimiento a través de la verdad de los hechos, la recuperación de la memoria y la exigencia de que en Uruguay nunca más exista la tortura, las ejecuciones y la desaparición forzada de personas…»
Desde entonces, cada 20 de mayo, miles de personas comparten la Marcha del Silencio en Montevideo y también en ciudades del interior.
Este 20 de mayo de 2023 se realizó la 28a edición de la marcha del silencio.
Miles y miles y miles se dieron a la cita de un llamado por Memoria, Verdad y Justicia.
La gente se congregó masivamente desde la plaza Libertad abarrotando la principal avenida hasta la intersección con Fernández Crespo.
Tan así fue al punto que en los casi 2 kilómetros de recorrido daba la impresión que no cabía un alma más.
Llegando a la Intendencia de Montevideo ( Ejido), se comenzó a leer los nombres de los desaparecidos. Una pantalla gigante reflejaba la imagen de cada uno de ellos y ellas, acompañado su nombre con la respuesta inmediata del grito de ¡presente!.
Los 197 nombres fueron escuchados a lo largo de todo 18 de julio a través de parlantes colocados en casi todo el trayecto.
Al llegar a la plaza Libertad se llevó una proclama y posteriormente se entonó el himno nacional con una emotividad que solo se puede cantar por alguien que mastica cada palabra del mismo.
Al final, un aplauso ensordecedor que duró varios minutos detuvo los corazones.
A medida que se iban apagando los aplausos, de adelante hacia atrás, daba la impresión de lluvia fuerte que se alejaba.
Una marcha que abrazo a toda la principal avenida y que fue testigo de un silencio ensordecedor, que cada instancia se multiplica en participación y con una juventud involucrada.
Hay esperanza, era la sensación, aunque la verdad sigue secuestrada.