En un trágico suceso ocurrido el pasado 24 de noviembre, un hombre de 59 años perdió la vida al intentar cruzar el río Ufá en bicicleta. El hielo del río, que apenas tenía dos centímetros de grosor, no soportó el peso del ciclista, quien se ahogó en las aguas heladas. Desde entonces, su fiel perra, apodada Belka (que significa “ardillita” en ruso), ha estado esperando en el lugar donde su dueño cayó al agua.
Las autoridades locales informaron que Belka ha regresado repetidamente al hielo, a pesar de los esfuerzos de los rescatistas por llevarla de vuelta a la orilla. El presidente en funciones de Emergencias de Bashkiria, Kiril Pervov, compartió en su cuenta de Telegram imágenes y videos del animal, destacando su inquebrantable esperanza de reencontrarse con su amo. “Pese a los intentos de los familiares de llevarla a casa, el fiel amigo no pierde las esperanzas”, escribió Pervov.
Durante la operación de búsqueda, los rescatistas encontraron primero la bicicleta del fallecido a una profundidad de siete metros y, solo hoy, lograron recuperar su cuerpo a nueve metros bajo el agua. Esta situación ha generado un llamado urgente a la comunidad sobre los peligros que implica cruzar ríos helados. Pervov instó a los habitantes de Bashkiria a ser cautelosos y no poner en riesgo sus vidas al avnturarse sobre el hielo.
Belka, cuyo nombre rinde homenaje a uno de los perros que voló al espacio en 1960 a bordo del Sputnik-5, se ha convertido en un símbolo de lealtad y amor incondicional. Su historia conmueve y recuerda la profunda conexión que existe entre los seres humanos y sus mascotas.