Israel lanzó un ataque aéreo en Qatar contra líderes de Hamás, dejando al menos seis muertos. Qatar y la ONU condenan la ofensiva y crece el temor a una escalada regional.

El mundo vuelve a temblar ante un nuevo episodio de tensión en Medio Oriente.
El 9 de septiembre de 2025, Israel lanzó un ataque aéreo en Doha, Qatar, dirigido contra la cúpula de Hamás que se encontraba en territorio qatarí. Fuentes militares confirmaron que el objetivo era eliminar a altos mandos acusados de planear operaciones terroristas, incluido uno de los negociadores clave de la organización.
El bombardeo dejó al menos seis muertos, entre ellos el hijo del líder Khalil al-Hayya y un agente de seguridad qatarí. Los principales dirigentes de Hamás sobrevivieron, pero el impacto político es devastador: es la primera vez que Israel ataca dentro de Qatar, un país considerado hasta ahora un mediador crucial en el conflicto con Gaza.
La respuesta internacional no tardó:
Qatar condenó el ataque como una violación “flagrante” de su soberanía.
La ONU advirtió sobre un alto riesgo de escalada regional.
Reino Unido, Egipto, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes denunciaron la ofensiva.
Estados Unidos, aliado histórico de Israel, afirmó que no fue informado a tiempo y calificó el ataque como un “error estratégico”.
El golpe llega en un momento crítico, cuando Doha negociaba un posible alto el fuego en Gaza. Con este ataque, el futuro de las conversaciones de paz queda en entredicho y las tensiones podrían escalar a un nuevo nivel.
Preguntas que abren el debate:
¿Estamos ante el inicio de una nueva guerra regional?¿Qué papel jugarán Estados Unidos y la ONU tras este bombardeo?

