La decisión de Vladimir Putin de “desmilitarizar y desnazificar” a Ucrania con una invasión, iniciada el pasado 24 de febrero, trajo consigo una serie de consecuencias que repercuten en todo el mundo.
El conflicto Rusia-Ucrania es la primera guerra a gran escala en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, algo que para muchos pudo ser inimaginable en el siglo XXI, pero que mandatario ruso hizo realidad con su “operación militar especial”.
Estos son los cinco cambios que el conflicto Rusia-Ucrania trajo al mundo
1. Avalancha de refugiados
Desde que inició la invasión rusa, unos 6,8 millones de ucranianos huyeron de su país, junto con al menos otros 7,7 millones de desplazados internos, escribió DW.
Al menos tres millones están regados entre Polonia, Alemania y República Checa, los países vecinos que más ucranianos acogen. El resto siguió su rumbo a otras naciones europeas, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La afluencia de refugiados ucranianos a la Unión Europea estimula el apoyo a los mismos, al tiempo que puso a prueba los sistemas de acogida. Los refugiados que se instalan en un nuevo país suelen depender de su red de seguridad social, al menos durante algún tiempo.
100 días de violencia en #Ucrania ?? han dejado a millones de personas desplazadas dentro y fuera del país, muchas otras varadas en áreas muy afectadas o sin poder salir.
No se puede subestimar el profundo impacto en las vidas de millones de personas. pic.twitter.com/0IryiUZXBN
— Comité español de ACNUR (@eACNUR) June 3, 2022
2. Crisis alimentaria
En Ucrania se produce alrededor de la mitad del aceite de girasol, el 15% del maíz y el 10% del trigo del mundo, siendo uno de los países más “graneros” de todos. Gracias a la guerra, estas exportaciones están paralizadas, pues Rusia sigue bloqueando los puertos ucranianos del Mar Negro.
Este bloqueo se siente especialmente en los países que dependen de las importaciones de cereales y aceite de cocina ucranianos, como Egipto e India, respectivamente. Pero las repercusiones son mucho más amplias. Algunos advierten que la guerra, junto con las condiciones meteorológicas extremas debidas al cambio climático y la conmoción económica causada por una pandemia, está generando una crisis alimentaria mundial.
En mayo pasado, la ONU advirtió que los niveles de hambre en todo el mundo alcanzaron “un nuevo máximo”, y añadió que decenas de millones de personas podrían enfrentarse a una hambruna prolongada debido a la guerra.
La guerra podría llevar a 9 de cada 10 ucranianos a la pobreza.
Dos décadas de logros en materia de desarrollo están en riesgo.
El @pnud sigue comprometido con la gente de Ucrania y con sus necesidades a largo plazo. https://t.co/YHndrm1lgQ
— Naciones Unidas (@ONU_es) May 24, 2022
3. Amenaza a la seguridad energética
Rusia era una importante fuente de energía para toda Europa, siendo el mayor exportador de gas natural del mundo, el segundo proveedor de petróleo crudo y el tercer exportador de carbón. Eso fue hasta antes del inicio del conflicto armado.
Con el inicio de la invasión, la Unión Europea buscó ponerle fin a su dependencia rusa. Tres cuartas partes de su gas y casi la mitad de su crudo se destinan a este continente. En 2020, el petróleo, el gas y el carbón ruso representaban una cuarta parte del consumo energético de la UE.
Como propuesta, buscan maximizar el almacenamiento de gas e importar gas natural licuado desde Estados Unidos, como opción provisional. Mientras tanto, algunos expertos pronostican escasez de gas y posibles racionamientos.
Muchos ven en el conflicto una oportunidad para que la UE no solo se libere de la dependencia de la energía rusa, sino que cumpla el compromiso del bloque con la protección del clima mediante el desarrollo de las energías renovables y el aumento de la eficiencia energética.
El aumento de la demanda de fuentes de energía no rusas repercute en los precios, los cuales se dispararon en forma generalizada.
4. Hiperinflación
La crisis de alimentos y de energía van de la mano con algo muy importante: los precios. Cuando hay menos cantidad de algo, su valor aumenta, y cuando los alimentos y el combustible se escasean, también lo hacen muchos de los otros productos y bienes de consumo.
Los precios de los alimentos, en particular se dispararon. El índice de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que mide la variación mensual de los precios de una cesta de productos alimentarios básicos, alcanzó un máximo histórico en marzo de este año.
La tasa inflacionaria se duplicó en todo el mundo este año, desde marzo de 2021, según la Organización Internacional del Trabajo. En la eurozona, la inflación alcanzó el 8,1% el mes pasado, un récord.
Sin embargo, se prevé que la inflación afecte aún más a los países de menores ingresos.
¿Y si todas estas crisis concatenadas: la inflación disparada en todo el mundo, la crisis energética acelerada por la guerra, la incapacidad de los países exportadores de incrementar significativamente la producción de petróleo… pic.twitter.com/CLzbbRlqtZ
— Los límites del crecimiento (@limites1972) June 3, 2022
5. La OTAN renace
Entre otros factores, el conflicto también deja huella en la geopolítica. Expertos pronostican una renovada división en bloques geopolíticos y económicos del Este y del Oeste, con Rusia y China de un lado, y la Unión Europea y Estados Unidos del otro.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), se fundó después de la Segunda Guerra Mundial, en 1949, y reúne a Estados Unidos, Canadá, y a 10 países europeos. Se convirtió en una especie de paraguas para la democracia y el libre mercado en Europa, con una importante expansión hacia el Este en 2004.
La clave de la OTAN es el artículo 5, que establece un principio de defensa colectiva: si un miembro es atacado, eso se considerará un ataque a todos, y cada miembro deberá tomar represalias militares.
El perfil de la OTAN se mantuvo por mucho tiempo en muy bajo perfil, en palabras del presidente francés Emmanuel Macron, “sufrió una muerte cerebral”, pero eso fue hasta antes de la invasión rusa. La alianza militar más poderosa del mundo está pasando al centro del escenario, debido en gran parte a los temores sobre el proyecto imperialista de Putin para Rusia, Finlandia y Suecia, países tradicionalmente neutrales, solicitaron oficialmente unirse a la alianza.
Vladimir Putin considera que la OTAN es una amenaza para Rusia y advierte en repetidas ocasiones de las consecuencias si esta permite la adhesión de Ucrania. Los críticos de la alianza dicen que su expansión hacia el Este equivale a una provocación.
La OTAN ha estado suministrando armas y equipos a Ucrania, aunque denegó la petición del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, de imponer una zona de exclusión aérea sobre el país.
Por el momento, la OTAN continúa con su delicado acto de equilibrio para no desencadenar una Tercera Guerra Mundial.