El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona continuará este jueves con un debate centrado en cuestiones técnicas, previo al inicio de las declaraciones testimoniales. Este proceso, que se desarrollará dos días a la semana y contará con al menos 100 testigos, podría extenderse hasta julio de este año.
El Tribunal en lo Criminal N°3 de San Isidro, en la provincia de Buenos Aires, está compuesto por los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach. Su tarea será determinar si siete de los ocho acusados son culpables del delito de homicidio simple con dolo eventual, que conlleva una pena máxima de 25 años de prisión.
Durante la primera audiencia, el fiscal Patricio Ferrari y el abogado querellante Fernando Burlando sostuvieron que existió un «desamparo» y un «plan para asesinar» a Maradona. En contraparte, las defensas buscaron dividir sus estrategias y se enfocaron en deslindar responsabilidades entre los principales imputados. Las audiencias continuarán todos los martes y jueves.
En la fase final del juicio, se presentarán los alegatos de la fiscalía y las defensas antes de que el tribunal fije una fecha para el veredicto. En caso de que se dicten condenas, estas no implicarán necesariamente una detención inmediata, ya que las sentencias deben ser confirmadas por instancias superiores.
Los imputados en el juicio
El neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov son los principales imputados por la fiscalía, acusados de haber dejado a Maradona «en una situación de desamparo» y sin la atención médica adecuada en una vivienda alquilada en Tigre, en lugar de internarlo en un hospital.
Luque, quien fue uno de los médicos de cabecera del exfutbolista, insistió en un tratamiento domiciliario como la mejor opción para su recuperación. Por su parte, Cosachov está acusada de haber administrado incorrectamente la medicación y de falsificar un certificado de visita médica.
Junto a ellos, también están imputados el enfermero Ricardo Almirón y su jefe Mariano Perroni; el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna; la médica coordinadora de cuidados domiciliarios, Nancy Edith Forlini, y el psicólogo Carlos Díaz. Todos ellos serán juzgados por su presunta responsabilidad en el tratamiento que recibió Maradona en sus últimos días.
Además, la enfermera Gisela Madrid, quien solicitó un juicio por jurados, será juzgada en un proceso separado que comenzará en el segundo semestre del año.
El juicio estará marcado por la evidencia médica y los mensajes intercambiados entre los profesionales de la salud que atendieron al campeón del mundo entre el 12 y el 25 de noviembre de 2020, día en que falleció a los 60 años debido a una insuficiencia respiratoria y un paro cardíaco.
