Como bien sabemos la interculturalidad está presente en diferentes aspectos de nuestra vida actual, cada día avanzamos a una globalización en la cual se anula la diversidad y la diferencia, lo vemos con preocupación en las comunidades indígenas donde el mundo occidental arrasa con sus tradiciones y su sistema de creencias.
En este momento quisiera comentar una experiencia que viví con los indígenas de la sierra nevada de santa marta.
En la cual fui testigo de cómo el mundo del hombre blanco crea necesidades en contra del mundo de nuestros habitantes originarios.
En una ocasión sucedió que todos los miembros de la comunidad querían implementar una escuela en GUNSEYTENARUMUN y le hicieron la solicitud al gobierno y este en lugar de concertar con las comunidades lo que hizo fue aprovechar una política del plan de renovación institucional para instalar escuelas prefabricadas sin tener en cuenta las condiciones del lugar, lo cual género que esta homogenización, estuviera en contravía de las disposiciones que ancestralmente se han manejado en los territorios, de igual manera el suministros de avituallamiento se daba por medio del instituto de bienestar familiar y los productos llegaban en estado de descomposición y en mal estado o pasados de tiempo para el caso de los enlatados.
Lo cierto es que los mamos o jefes tradicionales de las comunidades no estaban de acuerdo con la implementación de estas escuelas ya que le abrían las compuertas al mundo del hombre blanco, y es que los espacios de formación que se daba en antaño consideraban las fuerzas elementales de la naturaleza como elementos que permitían el conocimiento, pero más que ello es la posibilidad de fusionarse con la naturaleza.
Si bien el ministerio de educación Nacional de Colombia tiene un espacio determinado para la etnoeducaciòn está concebida en términos de que en los salones de las escuelas indígenas existan rincones de la cultura, es decir que en las esquinas de los salones se coloquen artesanías o cualquier registro material para que no pierdan la cultura.
Otra cosa importante es que en la constitución política de Colombia se reconoce el hecho de que nuestro país es multiétnico y pluricultural y que se obliga a los establecimientos educativos a tener una educación bilingüe, entendida más como el hecho de que se aprenda inglés y el español, y no se tiene en cuenta para nada las lenguas originarias para hacer parte del componente del bilingüismo.
Más bien el aprendizaje de la lengua vernácula en las comunidades indígenas más que una posibilidad de reafirmación de la cultura es una estrategia que permite el dibujar y reconocer la legua del hombre blanco y es que quien tenga dos dedos de frente sabe que la mayoría de las comunidades indigenas tiene por precepto la tradición oral, y por ello no tiene mayor sentido que se enseñe la grafía de sus lenguas, pues el sistema de enseñanza aprendizaje en la lengua vernácula tendría sentido siempre y cuando existieran textos que leer, pero la producción es nula.
Escrito por: Evi Dukaba Martínez-Jaguar Místico