La vicepresidenta venezolana propuso liderar un gobierno de transición sin Nicolás Maduro; Washington y la oposición la rechazaron.

En lo que suena más a guion de película que a política real, Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, ofreció a Estados Unidos un gobierno de transición “sin Maduro”. Según Miami Herald y AP, la idea incluía que Maduro renunciara y Rodríguez asumiera el poder, o que ella y Miguel Rodríguez Torres lideraran la transición mientras el presidente se exiliaba en Turquía o Catar.
La Casa Blanca no mordió el anzuelo. Consideraron que un “Madurismo descafeinado” seguía siendo lo mismo: represión, corrupción y crisis. Ni hablar de que no representaría un cambio real en el régimen.
La oposición venezolana tampoco lo compró. María Corina Machado calificó la iniciativa como una “farsa” y una “estrategia desesperada” del régimen para mantenerse en el poder. Su partido, Vente Venezuela, la calificó de “engaño político” y “maniobra para dividir a la oposición y confundir a la comunidad internacional”.
Delcy Rodríguez lo niega con fuerza y los medios oficiales la respaldan, calificando la información de “fake news” y parte de una guerra psicológica. Pero la incredulidad y el sarcasmo son inevitables: ¿un Madurismo sin Maduro? Como si cambiaran mágicamente los problemas del país con solo mover a un jugador.
Venezuela denuncia incidente naval ante la FAO, pero omite tribunales competentes

