Cae el hombre » de las mil gauchadas»
VUELA EN EL AIRE, CADA VEZ QUE SE HABLA DEL DEPARTAMENTO DE COLONIA, LA IDEA DE «PARAÍSO DE FAVORES Y ACOMODÓ POLÍTICOS POR AFINIDAD FAMILIAR»
Aun quedan en la retina, los acontecimientos acaecidos en plena campaña hacia la intendencia de Colonia. Y aunque todo se enmarcó en meros entredichos y asuntos íntimos, quedó cercana la lupa en el actuar del intendente electo Carlos Moreira. Recordarán todos y son de público conocimiento, aquellas grabaciones divulgadas donde Moreira dejaba entender su «modus operandi», a la hora de conceder favores y puestos en la Intendencia.
Pasado ese escollo con «bien regular», se suma ahora lo ocurrido en el Municipio de Florencio Sánchez.
En esa localidad, “el hombre de las mil gauchadas”, hacía y deshacía en su comuna. Con una trayectoria política de 25 años, Alfredo Sánchez fue alcalde durante un período y electo para uno segundo.
Este segundo período se vio interrumpido ahora por su condena por corrupción y la consecuente inhabilitación para ejercer el cargo, junto a otras ocho personas, entre las que están sus dos hijos y su esposa.
ALFREDO SÁNCHEZ, HASTA HACE POCOS DÍAS ALCALDE DEL MUNICIPIO DE FLORENCIO SÁNCHEZ (COLONIA) SERÁ SOMETIDO A JUICIO POLÍTICO TRAS HABER SIDO CONDENADO POR ASOCIACIÓN PARA DELINQUIR, FRAUDE Y COIMAS. TAMBIÉN SU HIJO, PABLO SÁNCHEZ, EDIL DEL DEPARTAMENTO.
Consultado al respecto, el diputado frenteamplista Nicolás Viera catalogó lo acontecido como ;
“esto es una situación lamentable, pero no deja de ser la crónica de un desenlace esperado: el actor político en Colonia que diga que no conocía o que no sospechaba las maniobras del alcalde de Florencio Sánchez estaría mintiendo; todos, desde el intendente (Walter) Zimmer, anterior a (Carlos) Moreira, y todos los dirigentes del PN sabían o podían presumir al menos que había determinadas irregularidades en ese Municipio; y si uno ve la lista, la hoja de votación, la 22-H, la que llevó al alcalde por segunda vez consecutiva al Municipio, y tacha con una lapicera los nombres que quedan inhabilitados, son todos los de responsabilidad política: el alcalde y los dos concejales, que una era su hija y la otra su nuera; y en la otra hoja tiene que tachar también al hijo del alcalde, que era el edil departamental”.
Además, el diputado Viera (MPP), remarcó con duras críticas las declaraciones del secretario de presidencia:
“Entonces hay una responsabilidad política real; y me asombro cuando escucho, por ejemplo en boca del secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, decir que esto es un hecho aislado; por lo menos podríamos decir que son cuatro hechos aislados para el PN: estamos hablando de un alcalde, dos concejales y un edil; (…) el alcalde tenía el beneplácito de dos de sus concejales, porque además de ser de confianza política eran de confianza personal, entonces tenía garantizada la gobernabilidad a su antojo, y creo que pasa por ahí el principal problema; las prácticas caudillistas de (Alfredo) Sánchez todos las conocíamos”, señaló Viera y citó algunas; “hay gente que vive en Soriano, en Cardona, y viene a votar a Florencio Sánchez para votar a Sánchez a cambio de algún favor; ¿y qué hay en el fondo de esto?, es jugar con las necesidades de la gente a cambio de permanecer en el poder cueste lo que cueste sin ningún escrúpulo de por medio”.
En concreto: Alfredo Sanchez fue condenado a 2 años de penitenciaria efectiva y a un año de prision domiciliaria.
Entre tantas pruebas, la fiscal del caso, Sandra Fleitas, dijo que el alcalde obtenía materiales de construcción, pasajes y otros beneficios, y los otorgaba a particulares a cambio de que lo votaran.
En rueda de prensa, Fleitas señaló que hubo nueve personas condenadas, de las cuales siete deberán cumplir prisión efectiva. Las otras dos personas fueron condenadas sin prisión, y son del sexo femenino.
Además, indicó que algunos de los condenados deberán pagar multas que van desde las 50 a 200 Unidades Reajustables.
Fleitas declaró en esa misma rueda de prensa qué:
«existió un «grupo delictivo» en el que cada persona tenía un rol diferente».
Según relató, los integrantes entregaban a particulares materiales de construcción que habían sido comprados a nombre de la intendencia. Algunos los usaban para beneficio personal.
También se daban canastas de alimentación a personas, «muchas veces a cambio de votos». Lo mismo con boletos de transporte que eran para determinados funcionarios.
Asimismo, se comprobó que algunos funcionarios públicos cobraban compensaciones que, por el tipo de tarea que realizaban, no les correspondía. Por ejemplo, una secretaria tenía en su recibo de sueldo una compensación especial por realizar trabajo insalubre.
Se detectó además, la falsificación de la firma de un funcionario en un documento que se envió a la Intendencia de Colonia desde la alcaldía.
Fleitas relató el caso de un funcionario, cuyas tareas estaban vinculadas al control de higiene, que se presentaba en determinados locales, constataba irregularidades y, en lugar de notificar a la comuna, pedía una contraprestación económica bajo la promesa de no dar aviso.
Por otra parte, dijo que se constató que se hacían obras y no se llamaba a las licitaciones correspondientes.
Se cierra así, un operativo de investigación dado a llamar nunca tan certero: «Operativo Corruptio”.
Con las cartas a la vista, el intendente Moreira prometió llegar hasta las últimas consecuencias, palabras que en su momento, se escucharon decir contra él, desde el mismo Partido Nacional.
Carlos Moreira