Bolivia es el único país latinoamericano que ha roto relaciones con Israel en medio de la actual escalada en Medio Oriente, aunque países como Chile y Colombia han llamado a consultas a sus cancilleres como forma de protesta.
El pasado 31 de octubre, el Gobierno boliviano anunció la ruptura de las relaciones diplomáticas con Israel “en repudio y condena a la agresiva y desproporcionada ofensiva militar israelí que se realiza en la Franja de Gaza”.
La postura boliviana ha levantado críticas internamente, pero va en línea con la complicada historia entre ambas naciones.
El Gobierno del presidente, Luis Arce, es el primero en Latinoamérica en cortar vínculos con Israel desde que estalló el conflicto que deja miles de muertos.
Israel cuestionó la decisión de Bolivia calificándola de “una rendición al terrorismo y al régimen de los Ayatolás en Irán” y considerando que su rechazo a las operaciones militares supone que “el Gobierno boliviano se está alineando con la organización terrorista Hamás” y que habría un “apoyo de Bolivia al terrorismo y su sumisión al régimen iraní”.
Hamás celebra la decisión de Bolivia
El anuncio de la ruptura de relaciones con Israel se produjo un día después de que el presidente Luis Arce se reuniera con el embajador de la Autoridad Palestina en La Paz, Mahmoud Elalwani.
El grupo islamista emitió este mismo martes un comunicado saludando la decisión de Bolivia e invitando a los países árabes que “han normalizado sus relaciones con Israel” a hacer lo mismo, según informó AFP.
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