Bolivia tiene potencial para la mayoría de los minerales críticos, destacándose, a primera vista: antimonio, bismuto, estaño, plata, zinc, galio, germanio, indio, litio, magnesio, manganeso, niobio, tantalio, zinc, germanio, galio y otros. La falta de inversión es la que obstaculiza su provecho.

Bolivia es un país minero e, históricamente, sus ingresos han sido dependientes de la actividad extractiva. Actualmente, el país aún tiene un fuerte potencial relacionado a sus recursos mineralógicos por aprovechar, ya que en las entrañas del territorio están 31 de los 38 minerales críticos que hoy tienen una alta demanda en el mundo.
El geólogo y exministro de Minería y Desarrollo Económico, Jaime Villalobos, destacó que Bolivia tiene potencial para la mayoría de los minerales críticos como antimonio, bismuto, estaño, plata, zinc, galio, germanio, indio, litio, magnesio, manganeso, niobio, tantalio, zinc, germanio, galio, entre otros.

Sin embargo, la explotación y aprovechamiento de estos recursos requiere tecnología y que se pueda atraer inversión extranjera directa. Esta situación es la que impide que el país andino pueda generar recursos y trabajo pues nadie se anima a invertir en un país con muchos conflictos sociales.
Para el experto, la minería empresarial y moderna es una actividad de uso intensivo de tecnología y capital, que nuestro país no tiene. En consecuencia, para desarrollar su potencial minero y generar una fuente importante de ingresos, Bolivia necesita captar inversión extranjera de capital constructivo.
En minería, capital constructivo en es aquel que contribuye al desarrollo sostenible del país y de la región en que se desenvuelve.
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