Este lunes 21 de abril de 2025, el Papa Francisco falleció a las 7:35 horas en su residencia de la Casa Santa Marta, en la Ciudad del Vaticano, según anunció el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrell, en un mensaje en video. De 88 años, el pontífice de origen argentino había estado hospitalizado por un cuadro respiratorio complicado, incluyendo una neumonía bilateral, que lo mantuvo alejado de los actos públicos durante semanas.
El Papa no participó en los ritos de la Semana Santa debido a su convalecencia, pero reapareció el domingo de Pascua para impartir la bendición Urbi et Orbi desde el balcón central de la Basílica de San Pedro y recorrer la plaza en papamóvil en lo que fue su último adiós a los fieles. Durante esa mañana, también recibió al vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, en un breve encuentro de saludo y felicitación por la Pascua.
En su mensaje, el cardenal Farrell destacó que la vida entera del Papa Francisco estuvo dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia, enseñando el valor del Evangelio con fidelidad, valor y amor universal, especialmente a favor de los más pobres y marginados. Además, recomendó su alma al «infinito amor misericordioso de Dios Uno e trino».
Tras el anuncio, el Vaticano informó que esta tarde se realizará el rito de constatación oficial de la muerte, presidido por el camarlengo Farrell, y que el traslado del cuerpo a la Basílica de San Pedro para el homenaje público podría efectuarse el miércoles 23 de abril. Posteriormente, se iniciará el protocolo para el funeral y la convocatoria del cónclave, que deberá elegir al sucesor del Papa en un plazo no superior a 20 días.
La muerte del Papa Francisco ha generado una ola de condolencias a nivel mundial, reconociendo su legado como un faro de esperanza, su compromiso con la paz y su especial atención a los más vulnerables de la sociedad.
Con su fallecimiento, se abre un nuevo capítulo para la Iglesia Católica, que deberá elegir a un nuevo líder tras casi 12 años de pontificado del primer Papa latinoamericano.