Los equipos forenses de Ucrania han completado este viernes las labores de exhumación en la localidad de Izium, donde se han desenterrado un total de 436 cuerpos, si bien las autoridades han alertado de la existencia de al menos otras tres fosas comunes en la zona.
Según ha detallado el gobernador de la región de Járkov –donde se ubica Izium–, Oleg Sinegubov, “la mayoría” de los cuerpos presentan signos de haber sufrido una “muerte violenta”, mientras que otra treintena de cadáveres muestran “rastros de tortura”.
“Varios hombres tienen los genitales amputados. Todo esto es evidencia de las terribles torturas a las que los ocupantes sometieron a los residentes de Iziu. La mayoría de los cuerpos son civiles, aunque 21 son militares”, ha añadido Sinegubov.
Las autoridades ucranianas ya denunciaron la semana pasada que se habían encontrado decenas de cuerpos con sogas al rededor del cuello, las manos atadas, extremidades rotas e incluso heridas de bala, según recoge la agencia ucraniana de noticias Ukrinform.
Asimismo, el representante ucraniano ha lamentado que estas no serán las últimas exhumaciones en la localidad, pues en la misma zona se han localizado al menos otras tres fosas comunes y se tiene constancia de que en otras ciudades de Jersón también pueda haber tumbas.
Las tropas ucranianas retomaron a principios de septiembre el control sobre la ciudad de Izium, que desde el mes de abril había estado bajo dominio ruso en el marco de la guerra iniciada el 24 de septiembre por orden del presidente de Rusia, Vladimir Putin.
En un bosque cercano a la ciudad se localizó una fosa común con decenas de cuerpos, una imagen que rápidamente recordó a las vistas en la ciudad de Bucha –cerca de la capital, Kiev–, lugar donde, tras expulsar a las tropas rusas, el Ejército de Ucrania informó de la presencia de decenas de cadáveres en la vía pública.