El presidente Alejandro Giammattei resalta en su discurzo que es un honor dirigirce por primera vez en este cónclave, en ocasión del Debate General del Septuagésimo Sexto Período de Sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.
Quiero agradecer la labor del presidente del septuagésimo quinto período de sesiones, señor Volkan Bosquir por haber presidido este órgano de manera ejemplar en circunstancias adversas provocadas por la pandemia de la COVID-19. Aprovecho también para felicitar al presidente del presente período de sesiones, señor Abdula Shajid y reiteramos el compromiso con usted, Secretario General y los Estados miembros de esta Asamblea, en concretar la agenda prevista para esta sesión.
El año 2020 presentó retos inimaginables al mundo entero. Hoy, a casi dos años del inicio de esta pandemia, el esfuerzo global ha dado como resultado el desarrollo y distribución de vacunas seguras y eficaces. Sin embargo, la inmunización de una masa crítica de la población mundial, se enfrenta a un conjunto de desafíos, que incluyen nuevas cepas peligrosas del virus, el acceso inequitativo a las vacunas, la competencia mundial por un suministro limitado de dosis, al que han tenido acceso las economías más poderosas olvidándose que incluso el acaparamiento de las vacunas podría convertirse en un riesgo para sí mismos, si nosotros los países mas pequeños y pobres no logramos mismo nivel de inmunización.
Sumado a ello, somos testigos de los embates del cambio climático en el mundo, que han exacerbado los fenómenos meteorológicos, cuyos efectos desastrosos, se tradujeron en pérdidas humanas, así como daños en la agricultura e infraestructura de grandes dimensiones.
Ante ello, como comunidad internacional debemos transformarnos y demostrar que el multilateralismo, así como la cooperación internacional, son eficaces para salir adelante. En tal virtud, señor presidente, reconozco la relevancia del tema que usted ha elegido como centro de nuestras deliberaciones: “Crear resiliencia a través de la esperanza: para recuperarse de la COVID-19, reconstruyendo la sostenibilidad, responder a las necesidades del planeta, respetar los derechos de las personas y revitalizar las Naciones Unidas”.
Presidente resalta recién asumida mi administración, nos enfrentamos a la pandemia de la COVID-19.
A pesar de las condiciones adversas que la humanidad vive, todos hemos demostrado resiliencia. La pandemia ha puesto de manifesto la enorme capacidad del ser humano para sobreponerse a condiciones hostiles y lograr su supervivencia.
Recién asumida mi administración, nos enfrentamos a la pandemia de la COVID-19, que ha afectado y sigue afectando a miles de guatemaltecos, causando un fuerte impacto en la economía, y modificando las dinámicas sociales y culturales, para lo cual fue preciso dar una respuesta acorde a nuestras posibilidades y poner en marcha acciones prioritarias para atender las necesidades más urgentes.
Quiero expresar mi sincera gratitud a todos aquellos países amigos y organizaciones internacionales que, en estos meses, nos han brindado asistencia incondicional para fortalecer la campaña masiva de vacunación a la población guatemalteca. Esto se suma a los esfuerzos que como país estamos realizando, con especial énfasis en las personas, su entorno, y los medios para su desarrollo integral, destacando.
El Presidente Alejandro Giammattei destaco que el derecho a la salud y la vida de las personas. Mi gobierno estableció como prioridad la política pública de protección a la vida desde su concepción y la institucionalidad de la familia, que unifica esfuerzos de Estado para garantizar la plenitud y observancia de los derechos fundamentales y la atención de las necesidades inmediatas, desde el momento de la concepción hasta la adultez mayor, por medio de diversos programas sociales, de salud y de educación, orientados al cumplimiento de los índices de desarrollo humano en el país.
Presidente Giammattei destaco la importancia del medio ambiente.
La conservación del ambiente. Guatemala es reconocida como uno de los países de mayor riesgo y vulnerabilidad a nivel mundial a causa de eventos climatológicos, a pesar de ello seguimos recuperándonos de los daños generados por los desastres naturales, lo cual ha obligado a realizar esfuerzos para rehabilitar los servicios e infraestructura pública y la producción agropecuaria, hemos atendido a comunidades completas. Tal es el caso de los huracanes ETA e IOTA que nos impactaron severamente en un lapso de 15 días, prácticamente uno tras otro. Es importante desarrollar acciones orientadas a la recuperación conjuntamente con la cooperación y asistencia de los países amigos.
En materia energética, a pesar de la pandemia, Guatemala se ha visto afectada por el constante incremento al precio de los combustibles, por ello se están implementando políticas que promuevan la utilización de fuentes de energías renovables y combustibles de transición como el gas natural, para el desarrollo de actividades productivas en el país, esto permitirá la reducción a la dependencia a los precios internacionales, lo cual es un apoyo tangible al ODS 7, sobre energía asequible y no contaminante, que contribuye a la mitigación del cambio climático por medio de la disminución en la emisión de gases de efecto invernadero. Así mismo, se ha logrado incrementar la proporción de la población con acceso a energía eléctrica a un 93.5%, beneficiando tanto a áreas urbanas como rurales.
Me refiero al tráfico de drogas; un mal que nos toca sufrir por la demanda que existe para su consumo, particularmente en los Estados Unidos de América.
Hemos asumido con gran responsabilidad el combate de este mal, muestra de ello es que, desde el inicio de nuestra gestión a la fecha, se ha logrado desarticular a 15 estructuras de narcotráfico y desestabilizado a 6. Se han consignado a 2,855 personas relacionadas con ese delito; 52 son o han sido sujetas a procesos de extradición por narcotráfico y 7 por otros delitos cometidos en diferentes países.
Se han incautado 19,953 kilos de cocaína y 7,066 libras de marihuana. Se han destruido 1,565,811 matas de coca; 4,299,800 matas de marihuana y 25,929,475 matas de amapola, al día de ayer, se contabilizan 114 días sin el aterrizaje de vuelos con substancias ilícitas en nuestro territorio, lo que marca el período más largo sin que ello suceda, demostrando nuestro compromiso en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas.