El Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul que se conmemora el 7 de septiembre, tiene lugar en un mundo donde casi todo el aire que respiramos está contaminado, y unos siete millones de personas mueren a causa de la contaminación del aire cada año.
Desde hace varios años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que prácticamente todo el aire que respiramos está contaminado y que está matando a unos siete millones de personas cada año: alrededor del 90% de esas muertes ocurren en países de ingresos bajos y medios.
En 2019 la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución que designó el 7 de septiembre como el “Día Internacional del Aire Limpio por un Cielo Azul”, y subrayó la necesidad urgente de aumentar la conciencia pública en todos los niveles, y promover y facilitar acciones para mejorar la calidad del aire.
El 99% de las personas sigue respirando aire contaminado. Aunque seamos causantes del problema, también contamos con las soluciones.
Es momento de reescribirlo el futuro. Actuemos ahora para mejorar el #AireQueCompartimos
Más sobre el #DíaDelAireLimpio: https://t.co/eQbTHjo5EN pic.twitter.com/n33MUg65qw
— Programa ONU Medio Ambiente (@unep_espanol) September 7, 2022
Un problema doble
- Los efectos en nuestra salud: las diminutas e invisibles partículas de contaminación penetran profundamente en nuestros pulmones, en el torrente sanguíneo y en el cuerpo. Estos contaminantes son responsables de aproximadamente un tercio de las muertes por accidente cerebrovascular, enfermedades respiratorias crónicas y cáncer de pulmón, así como de una cuarta parte de las muertes por infarto. El ozono troposférico, producido por la interacción de distintos contaminantes con la luz solar, es también una causa de asma y enfermedades respiratorias crónicas.
- Efectos sobre nuestro clima: los contaminantes del clima de corta vida se encuentran entre los contaminantes más relacionados con los efectos sobre la salud y el calentamiento global a corto plazo. Pueden persistir en la atmósfera durante unos días o hasta varios decenios, por lo que reducirlos puede tener beneficios casi inmediatos para la salud y el clima.
Prevención y reducción de la contaminación atmosférica para mejorar la calidad del aire a nivel mundial
La contaminación atmosférica es un problema mundial que tiene repercusiones de largo alcance debido a su vasta propagación y porque, si no se produce una intervención agresiva, el número de muertes causadas por la contaminación del aire en espacios abiertos va camino de aumentar en más de un 50% antes de 2050.
La sociedad tiene que soportar los elevados costos de esta contaminación ya que tiene impacto negativo sobre la economía, la productividad laboral, los costos de atención sanitaria y el turismo, entre otros. Por tanto, no podemos subestimar los beneficios que supondría invertir en el control de dicha contaminación. Además de que existe una justificación económica para actuar y disponemos de soluciones eficaces en función de los costos para hacer frente a la contaminación atmosférica.