El embargo afectará el 90 % de importaciones europeas de petróleo ruso. Es decir, unos 100 millones de toneladas o 730 millones de barriles anuales, según manifestó hoy en Bruselas la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El objetivo declarado del embargo europeo, es minar la capacidad económica de Rusia para financiar sus operaciones militares en Ucrania. Desde el 5 de febrero próximo afectará también las importaciones de derivados del crudo.
Los ministros de finanzas del Grupo de los 7 (G-7) y Australia pusieron en marcha un límite de precio para el petróleo crudo y los productos derivados del petróleo de origen ruso. Que implementará cada miembro de la coalición, según informó el Departamento de Estado de los Estados Unidos.
En un declaración conjunta, el G-7 señaló que “nuestras jurisdicciones prohibirán los servicios de nuestros propios proveedores que permitan el transporte marítimo de petróleo crudo y productos derivados del petróleo de origen ruso a nivel mundial. Pero con la excepción del petróleo crudo o productos derivados del petróleo de origen ruso que se compren a un precio máximo especificado o por debajo de éste”.
Más adelante, remarcaron que “reafirmamos nuestra intención de eliminar gradualmente el petróleo crudo y los productos derivados del petróleo de origen ruso de nuestros mercados nacionales. Este compromiso se mantiene sin cambios por la implementación del precio tope. En cambio, el límite de precio está diseñado para permitir que nuestros proveedores de servicios respalden los envíos de petróleo crudo y productos derivados del petróleo de origen ruso a otros países. Lo que permite un suministro de energía estable y restringe los ingresos de Rusia”.
Límites al precio del petróleo
La declaración especifica que “el límite de precio del petróleo ruso entrará en vigor en todas nuestras jurisdicciones el 5 de diciembre de 2022. Se espera que nuestras respectivas reglamentaciones incluyan una excepción de tiempo limitado. Para las transacciones que involucren petróleo que se cargue en un buque en el puerto de carga antes del 5 de diciembre de 2022”.
Los países del G-7 reiteraron la decisión de que “el precio máximo de los productos derivados del petróleo de origen ruso entrará en vigor el 5 de febrero de 2023. Anunciaremos los precios máximos para los productos derivados del petróleo de origen ruso. Uno para refinados de alto valor y otro para productos refinados de bajo valor, productos por separado.
“En caso de una revisión del precio, anticipamos incluir una forma de derechos adquiridos. Para permitir transacciones que se concluyeron antes de la revisión de conformidad con el precio máximo anterior. Price Cap Coalition también puede considerar la adopción de medidas adicionales para garantizar la eficacia del precio máximo”, aclaró la declaración.
Al veto a las importaciones se suma el acuerdo de los países de la Unión Europea (UE) de fijar un tope al precio del petróleo ruso. Este es de 60 dólares por barril
Aunque en vista del embargo esta medida no afecta al bloque comunitario, sí tendrá un impacto en las exportaciones de crudo ruso. Ya que si se vende a un precio superior al fijado no podrá ser transportado por navieras europeas ni asegurado por compañías de la UE.
La respuesta de Rusia
El acuerdo de la UE establece que, si el precio de mercado baja de 60 dólares el barril, el tope se actualizará de tal forma que, al menos, esté un 5 % por debajo del que tenga en el mercado. Este mismo conjunto de medidas ha sido adoptado por los países del G7 y de Australia. En respuesta al embargo europeo, Rusia ha declarado que no le faltarán compradores a su petróleo y que reorientará sus exportaciones de crudo a Asia.
“Venderemos petróleo y derivados de crudo solo a los países que trabajen con nosotros de acuerdo a las leyes del mercado. Incluso si nos vemos obligados a reducir un tanto las extracciones”, ha afirmado este domingo el viceprimer ministro ruso Alexander Novak.
Fuente: Télam