El Kremlin anunció el sábado que detuvo a once personas, entre ellas “cuatro” atacantes, al día siguiente del atentado que dejó al menos 115 muertos en una sala de conciertos en Moscú, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El director de los servicios de seguridad rusos (FSB) “informó” al presidente Vladimir Putin de la “detención de 11 personas, entre ellas los cuatro terroristas directamente implicados en el atentado”, indicó la presidencia rusa en un comunicado.
Las cuatro personas fueron detenidas en la región de Briansk, en la frontera con Ucrania y Bielorrusia, precisó el Comité de Investigación ruso, competente en este tipo de crímenes.
Putin said Terrorist were trying to flee to Ukraine. Also Kremlin claimed handlers too in Ukraine. #MoscowAttack pic.twitter.com/MnBseRAPte
— Villager Anuj Tomar (@Da___Engineer) March 23, 2024
El atentado se cometió el viernes antes de un recital del grupo de rock ruso Piknik, en una sala de conciertos del Crocus City Hall, en Krasnogorsk, un suburbio del noroeste de Moscú.
El FSB afirmó que los sospechosos tenían “contactos” en Ucrania, confrontada desde 2022 a una intervención militar rusa, y planeaban huir a este país tras el ataque, el más mortal desde mediados de los 2000 y que fue condenado por la comunidad internacional.
Las autoridades rusas no ofrecieron ninguna prueba de este supuesto vínculo ni dieron detalles sobre su naturaleza.
El asesor presidencial ucraniano, Mijaílo Podoliak, desmintió la acusación de Rusia y escribió en la red social X que “las versiones de los servicios especiales rusos sobre Ucrania son absolutamente insostenibles y absurdas”.
Varios hombres abrieron fuego contra una multitud antes de un concierto en una gran sala de Moscú, Rusia, este 22 de marzo, dejando decenas de víctimas mortales y heridos. Tras el tiroteo, se declaró un incendio. pic.twitter.com/HFDXvKkCe8
— Sepa Más (@Sepa_mass) March 23, 2024
El grupo yihadista EI, que Rusia combate en Siria y que está activo en el Cáucaso ruso, asumió el viernes la autoría del atentado y precisó que su comando había regresado “sano y salvo a su base”.
Las autoridades de Moscú no se han pronunciado sobre esta reivindicación y Putin aún no aparecido en público. No es la primera vez que el EI golpea el país.
El balance de muertos subió el sábado a 115 muertos, aunque se espera que “aumente”, según el Comité de Investigación ruso. El Ministerio de Situaciones de Emergencias informó por su lado que un centenar de personas siguen hospitalizadas.
Según los primeros elementos de la investigación, las personas murieron por “heridas de bala” y por inhalar humo del incendio que estalló tras el tiroteo, indicó el Comité.
Los atacantes, precisaron los investigadores, usaron “armas automáticas” e incendiaron el edificio con un “líquido inflamable”.
Interrogatorio de uno de los terroristas
Uno de los autores del ataque terrorista en la sala de conciertos Crocus City Hall admitió que le prometieron que le pagarían 500.000 rublos (unos 5.400 dólares) por disparar contra personas en el recinto.
El individuo, que se identificó como Fariduni Shamsiddin, señaló que el 4 de marzo llegó a Rusia procedente de Turquía.
Al ser preguntado sobre qué estaba haciendo ayer en Crocus City Hall, el detenido, nacido en 1998, respondió que llegó para “disparar […] a la gente por dinero”. Afirmó haber recibido la mitad de la cantidad prometida a través de una transferencia a una tarjeta bancaria que perdió.
Las armas necesarias para el atentado las subministraron los organizadores, dijo el atacante. Afirmó que no buscó a las personas que ofrecieron el dinero, sino que ellas se pusieron en contacto con él. Según sus palabras, escuchaba “lecciones” de un predicador y un asistente de este le escribió aproximadamente hace un mes. La tarea fijada consistía en matar a la gente, no importaba a quién en particular.