La central de Zaporiyia, la más grande de Europa, fue ocupada por las tropas rusas durante los primeros días de la invasión rusa de Ucrania, iniciada el 24 de febrero.
Kiev y Moscú se acusan mutuamente de bombardear la zona aledaña al complejo nuclear, situado en la ciudad de Energodar.
Este sábado, el operador de la planta, Energoatom, aseguró que tras haber sufrido «varios bombardeos en la última jornada» por parte de Rusia, «la infraestructura de la estación ha sido dañada, hay riesgo de pulverización de hidrógeno y salpicaduras de sustancias radioactivas, y el riesgo de incendio es alto».
Hasta el mediodía del sábado (09H00 GMT), la planta «opera con el riesgo de violar los estándares de seguridad de radiación y de incendio,» declaró Energoatom en Telegram.
Por su parte, el Ministerio ruso de Defensa afirmó en un comunicado que las fuerzas ucranianas habían bombardeado el recinto de la planta en las últimas 24 horas, “un total de 17 proyectiles” y acusó a Kiev de “terrorismo nuclear”. No obstante, los niveles de radiación en la planta “permanecen normales”, agregó.
The illegal and unprovoked invasion of Ukraine is continuing.
The map below is the latest Defence Intelligence update on the situation in Ukraine – 26 August 2022
Find out more about the UK government’s response: https://t.co/4e67yJZHdO
?? #StandWithUkraine ?? pic.twitter.com/LGr6JXaezz
— Ministry of Defence ?? (@DefenceHQ) August 26, 2022
Central Nuclear desconectada
El jueves, la planta quedó totalmente desconectada de la red eléctrica ucraniana por primera vez en cuatro décadas debido a «acciones de los invasores», según Energoatom.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, explicó que la corriente había sido cortada porque Rusia había bombardeado la última línea eléctrica activa que conectaba la planta con la red nacional.
La planta fue reconectada el viernes por la tarde, pero el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha llamado a enviar allí una misión «tan pronto como sea posible para ayudar a estabilizar la situación de seguridad y restablecer la seguridad nuclear».
La consejera del ministro de Energía ucraniano Lana Zerkal señaló que hay una inspección del OIEA «prevista para la semana próxima».
Pero mostró su escepticismo sobre el éxito de la misión; pese al acuerdo formal de Moscú, los rusos «están creando artificialmente todas las condiciones para que la misión no pueda visitar la central», dijo el jueves a la radio ucraniana Radio NV.
El Ministerio británico de Defensa advirtió que unas imágenes satelitales mostraban una presencia importante de unidades rusas en la central nuclear de Ucrania; vehículos blindados de transporte de tropas se movilizaban a unos 60 metros de uno de los reactores.
Las autoridades ucranianas sospechan que Moscú pretende desviar el suministro de energía de Zaporiyia a la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.
El jueves, Estados Unidos condenó cualquier tentativa en ese sentido; y su presidente Joe Biden exigió a Moscú que devuelva el control de la planta a Kiev.
La invasión rusa de Ucrania -que este fin de semana entra en su séptimo mes- también ha provocado una crisis energética global.
La urgencia por el aprovisionamiento de gas y petróleo ha disparado los precios de la electricidad. Alemania y Francia anunciaron el viernes que en 2022 la electricidad alcanzará precios récord, más de 10 veces superiores a los de este año.
La Unión Europea (UE), autodeclarada aliada incondicional de Ucrania, prometió desconectar a sus 27 Estados miembros de la energía rusa para protestar por la invasión.
El viernes, la presidencia de la UE abogó por celebrar una cumbre de emergencia para abordar la crisis a pocos meses del invierno.