El oficialismo, mueve sus peones y deja en jaque a la principal figura de la izquierda con miras a la presidencia del 2024.
La bancada de ediles del Frente Amplio necesitaba un voto más para lograr la mayoría especial requerida para aprobar el proyecto. En Canelones el Frente Amplio tiene 20 ediles, el Partido Nacional tiene 10 y los colorados tienen uno.
El resultado de la votación fue de 20 ediles a favor y 11 en contra, faltándole así, un voto al gobierno de Canelones para alcanzar la aprobación del fideicomiso.
“El diablo metió la cola”
Tal fue la expresión usada por el intendente de Canelones, Yamandú Orsi.
Además de eso y entre otras cosas, manifestó que, desde el Poder Ejecutivo se había ejercido una «presión inédita», para torcer la voluntad de los ediles nacionalistas del departamento de Canelones.
Tal presión, fue determinante para que, al final votaran en bloque por: “no a la aprobación del fideicomiso presentado por la comuna canaria, por US$ 80 millones”.
En respuesta a tales comentarios, el secretario de Presidencia de la República, Álvaro Delgado,respondió este jueves que, desde el gobierno no habían influido o presionado a los ediles nacionalistas para que votaran en contra.
“No se quien es el diablo acá“- termino diciendo.
Lo cierto es que, el pasado miércoles, el edil nacionalista Alejandro Repetto cambió su decisión de votar a favor del fideicomiso alegando que había recibido una llamada del secretario de presidencia.
Tales fueron las declaraciones del edil blanco, quien tras ser consultado de si votaría el fideicomiso o no, respondió: “No, nosotros como partido, a pedido del secretario Álvaro Delgado, vamos a actuar como bloque”.
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“Vamos a tener una posición única, no lo vamos a votar”, agregó.
Por su parte el dirigente del Partido Colorado por Canelones, Heber Duque, que se mostraba a favor de votar y había hecho negociaciones al respecto, comentó la situación vivida el pasado martes en la Junta Departamental de Canelones, después de los cruces de declaraciones entre dirigentes del gobierno y la oposición sobre las presiones del gobierno nacional.
El mismo, manifestó que “se trabajó en el proyecto del fideicomiso junto a las autoridades departamentales, y que las propuestas en apoyo al sector productivo habían sido aceptadas por el gobierno de Canelones”.
Pero todo tuvo un giro de tuerca. A pesar de haber manifestado su intención de dar el voto para que se aprobase el fideicomiso, manifestó que, «luego hubo sectores incluyendo del propio partido que comenzaron a presionar fuertemente hasta llegar al más alto nivel».
El dirigente del sector Batllistas, muy afin al edil colorado Alberto Costa, quien hasta ese momento había mantenido en suspenso su votación, a último momento informó que no votaría el fideicomiso.
«Ahí llegó el momento en el que quedamos solos.
Costa y yo quedamos solo defendiendo la causa. Y obviamente no queríamos ser nosotros lo que origináramos un problema en la coalición», afirmó.
Y continuó diciendo: «Al principio salimos a pelear con un tenedor porque no teníamos muchas cosas. Fuimos defendiendo las razones y el sector productivo del departamento. Pero cada vez nos iban atacando con armas más poderosas, y aunque seguíamos defendiéndonos, en última instancia tuvieron que usar los tanques de guerra. Igual nos enfrentamos a los tanques de guerra, pero nos sacaron el tenedor».
En tal sentido, Duque, consultado por la decisión de darle prioridad a la coalición, a sabiendas que el principal gestor de la misma es Julio Maria Sanguinetti, manifestó que no quería generarse un problema a su líder.
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Se cierra así este capitulo y queda marcado un antecedente para futuros acuerdos políticos entre oposición y el oficialismo.
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De nuevo, la que termina pagando los platos rotos es la ciudadanía que verá restringida en muchas formas los servicios que presta la comuna.
Se suma, la pérdida de los puestos de trabajo que iban a generar las obras de infraestructura programados.