Los migrantes están atrapados entre policías chilenos y peruanos que vigilan el punto limítrofe, a 1.500 km de distancia al sur de Lima. El gobierno peruano les cerró el paso y envió 200 efectivos para reforzar los controles migratorios, que antes ya había endurecido Chile.
“Un promedio entre 150 a 200 personas” se han concentrado “en este paso fronterizo durante los últimos días”, dijo a la AFP Federico Agusti, representante en Perú de la oficina de la ONU para los refugiados (ACNUR).
“Son flujos cambiantes, ha habido algún pico de cerca de 400 personas, de distintas nacionalidades”, dice Agusti. Según Acnur, “50% de las personas concentradas en el paso de frontera son haitianos, y aproximadamente un 40% serán venezolanos”.
#ACNUR y OIM alertan de la grave situación en el sur de Perú, donde personas refugiadas y migrantes se encuentran varadas y enfrentan mayores riesgos de protección.
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— ACNUR para el Sur de América Latina (@ACNURSuramerica) April 21, 2023
Perú desplegó drones con visión infrarroja nocturna para detectar cualquier intento de ingreso irregular.
“Estamos recibiendo frío, sol, insolación, los niños acá. Esto es un poco [foco] de moscas que hay, que pueden recibir cualquier parásito”, señala María Leonor Gómez, una migrante colombiana varada en la frontera.
La AFP pudo presenciar como un niño de unos 8 años, que parecía haber sufrido un desvanecimiento, era cargado en una patrulla de la policía peruana para ser trasladado de emergencia a un centro de salud.
“Todos han tenido que dormir aquí, niños en brazos, niños que han tenido que arroparlos con plástico, meterlos en cuevas por allí porque no hay dónde meter a los niños y eso es inhumano”, se queja el venezolano Ender Finol.
Acnur y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) alertaron en un comunicado sobre “la grave situación en Tacna”, donde las personas están “varadas en muchos casos sin alimentos, agua, alojamiento o asistencia sanitaria, enfrentándose a mayores riesgos de protección”.
Hemos “entregado durante las últimas semanas cerca de 6.000 raciones de alimentos”, dijo Agusti.
Ante el rechazo de las autoridades peruanas, los migrantes improvisan campamentos en Tacna, de unos 325.000 habitantes y ubicada a unos 35 km de la línea fronteriza.
En el día se han habilitado espacios de acogida “donde las personas puedan descansar, puedan asearse”, subrayó Agusti.
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