Este año se retrasó la liberación de los quelonios púes se robaron unos 1.500 huevos durante los incendios forestales. Ocho guardaparques hacen de nodrizas que cuidan los huevos en una playa artificial del Beni.

Caben en la palma de una mano. Las minúsculas petitas de río (tortugas acuáticas) lucen todavía vulnerables cuando son liberadas al agua dentro de la Reserva de la Biósfera de Beni, pero en realidad ya están aptas para reencontrarse con su hábitat acuático, por algo los ocho guardaparques se han convertido en una especie de nodrizas, cuidándolas por 70 días mientras incuban y luego por 45 días más hasta que toman cuerpo, ya que cuando nacen apenas miden 5 centímetros.
El esfuerzo que se hace es solo por amor a la naturaleza, porque en la práctica no hay financiamiento del Estado, departamental o municipal.

El Proyecto Quelonio existe hace tres décadas, todos celebran cuando ven a esas pequeñas petitas caminar desde la playa hacia el agua, pero a la hora de pagar para el combustible de las lanchas con las que se hace patrullaje en busca de los nidos de desove, o de financiar las piscinas artificiales armadas con hules, alimento, etcétera, no aparece el dinero.
Se empezó a socializar que todo aquel que quiera ser padrino de una petita podía aportar Bs 10, con lo que pretendían cubrir parte de los gastos. Este año, con todos los precios por los cielos, el padrinazgo ya es de Bs 20.
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