La alerta debe activarse porque expertos en química y medicina confirmaron la presencia de metales pesados altamente tóxicos y cancerígenos en fuentes de agua de las ciudades de La Paz, El Alto y Viacha.
La Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y otras instituciones independientes realizan permanentes estudios científicos sobre la calidad de agua en las urbes mencionadas y sus cercanías, estos confirmaron la presencia de metales y sustancias toxicas para el ser humano que llegan incluso a los cultivos agrícolas, como es el caso de Río Abajo.
La extracción minera, la industria, las empresas clandestinas y los desechos de humanos y animales en cercanías de las tres urbes y ríos que las atraviesan han generado una crítica situación para la salud pública.
Con estudios y casos, se detectó que fuentes de agua para el consumo de las personas y para el riego de productos agrícolas tienen presencia de mercurio, arsénico, cobalto, níquel y plomo, todos altamente tóxicos y cancerígenos.
Médicos especialistas entrevistados recientemente dan cuenta del impacto directo en la salud humana por estas concentraciones de metales pesados en fuentes de agua de La Paz, El Alto y Viacha y que, si bien no están inmersos en su mayoría en los sistemas de agua potable, los bajos recursos, precariedad y cercanías llegan a generar tarde o temprano su ingreso en el organismo.
Y es que los metales pesados como el cobalto, arsénico, plomo y el mercurio se acumulan en el cuerpo con el pasar del tiempo y con el consumo recurrente de agua y alimentos que han tenido contacto con esos tóxicos, afectando diversos órganos y sistemas
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