En una reciente inauguración de obras públicas, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, declaró que “pronto” se podrían relajar las medidas del régimen de excepción que su gobierno ha implementado desde marzo de 2022.
Este régimen, que permite arrestos sin orden judicial, ha sido parte de la estrategia del mandatario para combatir la violencia pandilleril que ha asolado al país durante años.
“Probablemente pronto podamos relajar las medidas (de seguridad), no creo que haya necesidad de endurecerlas, más bien creo que se van a poder relajar”, afirmó Bukele a los periodistas presentes.
Aseguró que ya se han comenzado a relajar algunas restricciones y defendió la efectividad del enfoque actual, señalando que “lo que se está haciendo está bien” y que no se necesita aumentar la dureza de las medidas.
Noviembre 2024 cierra como el segundo mes más seguro en la historia de El Salvador, solo superado por octubre de este mismo año.
La tasa de homicidios proyectada para 2024 es de 1.8 por cada 100,000 habitantes, consolidando a El Salvador como el país más seguro del Hemisferio… https://t.co/iK9wSgAm40
— Nayib Bukele (@nayibbukele) December 1, 2024
Desde el inicio de esta “guerra” contra las pandillas, más de 83,000 personas han sido detenidas bajo este régimen. Sin embargo, organizaciones no gubernamentales como Socorro Jurídico Humanitario, Cristosal y MOVIR han denunciado que aproximadamente 30,000 de estas detenciones han sido injustificadas, afectando a personas inocentes acusadas erróneamente de ser miembros o cómplices de pandillas.
El Salvador era considerado el país más violento del mundo
Bukele ha reconocido que alrededor de 8,000 inocentes fueron detenidos y luego liberados. A pesar de estas cifras alarmantes, el presidente justifica su enfoque en el contexto histórico del país:
“Antes de 2022, El Salvador era considerado el país sin conflicto bélico más violento del mundo. Ahora hemos reducido los homicidios a mínimos históricos”, indicó. En 2023, la tasa de homicidios se sitúa en 2.4 por cada 100,000 habitantes.
No obstante, la comunidad internacional ha expresado su preocupación por el uso excesivo de la fuerza y las violaciones a los derechos humanos bajo este régimen. Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han denunciado detenciones indiscriminadas y más de 300 muertes bajo custodia estatal desde la implementación del régimen de excepción.
A medida que Bukele considera relajar estas medidas, el debate sobre el equilibrio entre la seguridad y los derechos humanos en El Salvador continúa siendo un tema candente.
La comunidad internacional observa con atención cómo el gobierno salvadoreño manejará este delicado proceso y si se tomarán medidas concretas para garantizar un debido proceso y proteger los derechos fundamentales de todos los ciudadanos.
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