Un estudio en EE. UU. logró diseñar virus con inteligencia artificial capaces de eliminar bacterias en laboratorio. Un avance prometedor contra la resistencia a antibióticos, pero que también plantea riesgos de bioseguridad.

Un grupo de científicos en EE. UU. logró lo que hasta hace poco sonaba a ciencia ficción: usar inteligencia artificial para diseñar virus que eliminan bacterias en laboratorio. Se trata de bacteriófagos —virus que infectan bacterias— generados por un modelo de IA entrenado con secuencias genéticas.
El sistema no es ChatGPT, pero funciona bajo un principio similar: aprender patrones en un lenguaje, solo que aquí el “alfabeto” no son palabras, sino letras de ADN (A, C, G y T). Tras miles de diseños computacionales, los investigadores sintetizaron algunos en laboratorio. Resultado: 16 virus creados por IA fueron viables, se replicaron y lograron destruir colonias de E. coli.
El avance es un primer paso comparable a un niño que aprende las vocales: todavía está muy lejos de escribir novelas, pero ya muestra que puede hablar el idioma.
¿Qué significa esto?
Positivo: podría acelerar terapias contra bacterias resistentes a antibióticos, uno de los grandes problemas de salud del siglo XXI.
Limitado: solo funcionó en condiciones de laboratorio, en bacterias modelo. No hay pruebas en humanos ni aplicaciones clínicas inmediatas.
Riesgoso: expertos en bioseguridad advierten que la misma tecnología que diseña virus terapéuticos podría, en manos equivocadas, crear patógenos más peligrosos.
El estudio aún es un preprint, sin revisión por pares. Eso obliga a la cautela: es prometedor, pero no definitivo.
La gran pregunta
¿Estamos ante el futuro de la medicina personalizada contra infecciones… o ante una caja de Pandora biológica que requiere nuevas reglas de control?
Lo cierto es que la inteligencia artificial ya no solo escribe textos: empieza a escribir la biología misma.

