El Ministerio de Salud Pública de Haití ha confirmado que el cólera se ha cobrado las vidas de 490 personas desde su estallido en octubre del año pasado en el país caribeño; una crisis sanitaria que se suma a las espaldas de un país en estado de emergencia alimentaria y asolado por la criminalidad.
Según el último balance oficial publicado a última hora del sábado por Haiti Libre, las autoridades sanitarias haitianas han confirmado un total de 1.742 casos mientras intentan terminar de verificar otros 24.536 probables. El número de hospitalizados con síntomas asciende a 20.505 desde la declaración del primer caso, el 3 de octubre de 2022.
La edad media de los ingresados en centros hospitalarios es de 20 años y la incidencia es especialmente notable entre los niños de entre 1 a 9 años de edad, que suman unos 8.200 casos probables.
Esta crisis sanitaria ocurre en un momento de extrema inseguridad hasta el punto de que el Gobierno de Canadá ha anunciado el transporte de vehículos blindados a Haití para hacer frente a la crisis de inseguridad que enfrenta el país centroamericano.
La ministra de Exteriores canadiense, Mélanie Joly, y la ministra de Defensa, Anita Anand, informaron hace unas semanas que el Ejecutivo ha respondido así a las peticiones del Gobierno haitiano para reforzar la seguridad.
A ello hay que añadir la crisis del hambre. En este sentido, el primer ministro, Ariel Henry, ha comunicado que el país comenzará a recibir apoyo financiero del Fondo Monetario Internacional (FMI) para responder a la emergencia alimentaria.
Según ha comunicado el líder del Ejecutivo, Haití es uno de los primeros países que se beneficiará de este programa –denominado Food Shock Window– y le permitirá poner en marcha “una serie de acciones de protección social”, detalló el pasado fin de semana en un mensaje a través de Twitter.
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