De acuerdo con el reporte de medios de prensa, Traoré confesó ante líderes religiosos y representantes de organizaciones sociales en Uagadugú, la capital, que conocía a los responsables de la conjura pero prefería el diálogo antes que el arresto.
Los conspiradores pretenden “minar la moral y los esfuerzos” de la junta militar, dijo el capitán, manifestando que hay “dinero de por medio”.
No obstante, pidió a los presentes en la reunión que estuvieran alertas y preparados ante cualquier eventualidad porque la transición hacia una sociedad democrática no iba a ser fácil y había elementos del ejército que querían asumir el poder por la fuerza.
Protestas en la capital de Burkina Faso
A inicios de semana, varios manifestantes se presentaron en la capital como simpatizantes de Traoré. Se concentraron y protestaron contra el supuesto intento de golpe de Estado, según reseñaron algunos medios locales.
El jefe del actual Gobierno de facto recibió el sábado último a una comitiva de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Cedeao), liderada por el mediador designado en el organismo para Burkina Faso, Mahamadou Issoufou.
Issoufou, ex presidente de Níger, arribó a Uagadugú para asesorar el proceso de traspaso de poderes hacia un Gobierno formado por consenso.
En septiembre, el capitán de 34 años acarreó a un grupo de soldados descontentos que depusieron al teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba. Quien a su vez había dado un golpe de Estado en enero contra el presidente electo Roch Marc Christian Kabore.
Fuente: TeleSUR