Este viernes pasado, partió desde Bella Unión, una caravana organizada por el Sindicato de Trabajadores de la Industria Química.
Entre los reclamos está el “no cierre de ALUR”, y la consecuente pérdida de más de 4.000 puestos de trabajo.
Al respecto, dirigentes del sindicato manifestaron que además marchan en defensa de los Entes públicos y por la independencia energética.
Días atrás, el delegado del sindicato, Roberto Delgado manifestó que la marcha se debe a la presentación de la rendición de cuentas por parte del gobierno y su discusión en el parlamento que, sumada a algunos artículos de la LUC, hacen factible el desmantelamiento progresivo de ALUR.
La movilización cruzó, en las últimas horas del sábado, el arroyo Sauce, ingresando así al departamento de Colonia.
Se prevé arribar a Montevideo el próximo martes 20.
Recordar que, ALUR, como empresa agroindustrial sustentable, genera un alto impacto económico y social a través de la producción de BIODIESEL, BIOETANOL, QUÍMICOS, ALIMENTO ANIMAL, ENERGÍA y AZÚCAR.
Integrante del Grupo ANCAP, inició sus actividades el 24 de enero de 2006 y pertenece a este en 90,79 %, mientras que el 9,21 % restante responde a Petróleos de Venezuela (PDVSA).
En 2006, cuando ALUR toma la actividad del ingenio azucarero de CALNÚ en Bella Unión, era una empresa que procesaba caña de azúcar para producir únicamente azúcar para consumo humano. Desde entonces comenzó a multiplicar su producción y puso en marcha nuevas cadenas industriales.
Hoy cuenta con complejos agroindustriales ubicados en Montevideo, Paysandú y Artigas y en la cadena trabajan más de 4.000 personas en forma directa e indirecta.
Estas industrias utilizan materia prima de origen nacional, lo que ha permitido la plantación de cultivos prácticamente en todo el territorio nacional. Con presencia en varios departamentos, ALUR realiza una fuerte apuesta por generar una cadena inclusiva que integre como abastecedores de materias primas tanto a grandes empresas como a medianos y pequeños productores.
ALUR procesa diferentes materias primas, desde cultivos como cereales, oleaginosos y caña de azúcar, hasta aceite reciclado y grasa animal, obteniendo diversos productos como biodiesel, bioetanol, harinas proteicas (alimento animal), energía eléctrica, glicerina y azúcar.
Esta movilización que se acerca a la capital, se suma al descontento social ante la insertidumbre de la preservación de los puestos de trabajo, salario digno, la pérdida del poder adquisitivo y recuperación salarial.
Lejos quedaron aquellos días donde los únicos que reclamaban eran los empresarios, terratenientes y hacendados que se movilizaban en sus 4×4 reclamando rentabilidad para el campo y la baja de impuestos.
Mismo método, distinta necesidad.