Según un comunicado del Departamento de Estado, ese pago ofrecido este martes busca «obtener información que conduzca a la identificación o ubicación» de Rage, también conocido como Ali Dheere.
Este yihadista, subrayó, «ha sido el principal portavoz de Al Shabab desde mayo de 2009 y es un alto líder de la organización terrorista».
Washington acusó a Rage, nacido en el distrito de Hawlwadag en Mogadicio en 1966, de estar involucrado en la planificación de ataques en Somalia y la vecina Kenia.
El 6 de agosto de 2021, el Departamento de Estado ya denominó a este dirigente yihadista como «terrorista global especialmente designado», lo que permite a las autoridades incautar sus bienes y prohibir los tratos financieros con él.
El 18 de febrero de 2022, el Comité de Sanciones de Somalia del Consejo de Seguridad de la ONU agregó a Rage a su lista de sanciones por participar o brindar apoyo a «actos que amenazan la paz, la seguridad o la estabilidad de Somalia».
Al Shabab perpetra a menudo atentados en la capital somalí, Mogadiscio, y otros puntos de Somalia para derrocar al Gobierno central -respaldado por la comunidad internacional- e instaurar un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador).
El grupo yihadista controla zonas rurales del centro y sur de Somalia, y ataca también a países vecinos como Kenia y Etiopía.
El Ejército somalí combate a Al Shabab, apoyado por la fuerza de la Misión de Transición de la Unión Africana en Somalia (ATMIS) y, en ocasiones, por socios internacionales como Estados Unidos, que suele prestar apoyo aéreo en las ofensivas antiterroristas.
Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas y señores de la guerra.