Una movilización obrera sin precedentes.
” Qué los más infelices, sean los más priviligiados”.
Bajo esta consigna Artiguista, y para que “la crisis no la pague el pueblo”, se fue colmando la zona de La Aguada al son de cánticos, tambores y manifestaciones de unidad.
Este miércoles el entorno del Palacio Legislativo se vio conmocionado ante una multitud de manifestantes que llegaban de todas partes.
Más de 100 ómnibus quedaron aguardando en el entorno del palacio.
Mientras tanto, los obreros llegados del interior, se sumaban a la ola de gremios y sindicatos que inundaron Avenida Libertador de bote a bote. Así marchaban rumbo al escenario dispuesto en la calle La Paz.
De la misma manera, hombres, mujeres y niños a caballo venidos de las zonas rurales y colonos en defensa de la tierra, dejaron al descubierto que el gobierno a prestado más oídos a los requerimientos de empresarios y hacendados que a las necesidades de la mayoría de la población.
Más de 100.000 pobres nuevos, ollas populares aquí y acullá, pérdida de puestos laborales, salarios en franca pérdida de poder adquisitivo, cooperativas de viviendas en la incertidumbre de su futuro. Son algunos datos de la realidad que alimentaron y fermentaron esta movilización multitudinaria contra un gobierno preocupado por el déficit.