La organización humanitaria internacional Médicos sin Fronteras (MSF) ha anunciado este domingo la entrada de un gran convoy humanitario en el noroeste de Siria para auxiliar a las víctimas de los seísmos que han dejado al menos 4.000 fallecidos solo en este país — a los que hay que sumar más de 40.000 en Turquía –, mientras ha solicitado un “incremento urgente” de la ayuda a la población de la zona, completamente desamparada tras años de guerra civil.
El convoy consta de 14 camiones que han llegado desde Turquía por el paso fronterizo de Hammam. Entre todos transportan 1.296 tiendas familiares (con capacidad para cinco o más personas) para distribuir entre los afectados por los terremotos que se han quedado sin hogar, y 1.296 kits de invierno para aislar las tiendas del frío. Está previsto que otros convoyes de MSF, con material médico y artículos de primera necesidad, se desplieguen rápidamente.
El cruce de fronteras del convoy de MSF fue posible gracias al apoyo de Al Amin, una ONG siria con la que colabora la organización. La entrega se organizó al margen del mecanismo humanitario transfronterizo de la ONU coordinado por la OMS, que no cubre equipos logísticos.
Dada la situación, MSF pide un aumento urgente del volumen de ayuda para dar respuesta a la magnitud de la crisis humanitaria. La ONG recuerda que, en los diez días siguientes a los terremotos, el número de camiones que cruzaron la frontera hacia el noroeste de Siria fue inferior a la media de 2022.
La presencia de un equipo de MSF en la zona facilitó un despliegue relativamente rápido del material existente en ese momento. El coordinador general de la organización en Siria, Hakim Jaldi, recuerda que los cooperantes vaciaron “en solo tres días” el material de emergencia que tenían preposicionado en la zona.
Este material comprendía casi 12 toneladas (4.000 metros cúbicos) de material quirúrgico y medicamentos a los hospitales. “Nuestros equipos prestaron apoyo a los centros de salud de la zona hasta que estuvieron exhaustos”, explica.
Sin embargo, pasadas esas 72 horas, los suministros adicionales han ido llegando con cuentagotas. “No vimos ninguna ayuda del exterior y la ayuda, por el momento, nos ha llegado en cantidades insignificantes”, ha lamentado.
Según las estimaciones de MSF, hasta el 17 de febrero, es decir, once días después de los terremotos, un total de 178 camiones cargados con ayuda proporcionada por seis agencias de la ONU habían cruzado al noroeste de Siria a través de Bab al Hawa y Bab al Salama. En 2022, 7.566 camiones cargados de ayuda cruzaron desde Turquía al noroeste de Siria, lo que representa una media de 227 camiones durante el mismo periodo de 11 días.
Además, parte de los 178 camiones que llegaron al noroeste de Siria no formaban parte de la respuesta al terremoto, sino que eran entregas ya planificadas. Incluso teniendo en cuenta tres días de cierre de fronteras, el volumen actual de camiones apenas iguala la respuesta humanitaria anterior a la catástrofe.